Conocida comúnmente como una subespecie de Cabra Montés natural de la península ibérica, El Bucardo representaba uno de los miembros de la familia de los bóvidos más llamativos e impresionantes del mundo animal, debido principalmente a su excelsa contextura la cual sobrepasaba significativamente a cualquier otra de estas subespecies, y a su cornamenta única en el mundo. Algunos registros y estudios científicos realizados en los años 90, han logrado establecer que este animal podía llegar a pesar cerca de los 70 kilogramos, más del doble que cualquier otro caprino conocido, presentando también un pelo más largo y tupido que se extendía especialmente en invierno para contrarrestar las gélidas temperaturas propias de esta península, una imponente cornamenta reforzada en su base craneal y la más larga de toda la especie, y el macho adulto contaba con sobresalientes rayas de color negro sobre toda la espalda y gran parte de las patas.
Nombre Científico: Capra pyrenaica pirenaica
Nombre Vulgar: Cabra Montés
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Bovidae
El Bucardo se adaptó perfectamente al difícil hábitat natural propio de las zonas montañosas del País Vasco, Navarra, Huesca, Lérida y Gerona, así como en las cordilleras montañosas situadas al norte de la península ibérica entre España, Andorra y Francia a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar, donde a finales del siglo XIX era común observar numerosos ejemplares de este hermoso animal, el cual lamentablemente llamo poderosamente la atención de los seres humanos, quienes empezaron a cazarlo desde la misma edad antigua, práctica que fue arreciando con el paso del tiempo empeorando a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX cuando numerosos cazadores de todo el mundo llegaban a la región con la idea de perseguir a este animal con la sola intención de matarlo para exhibir su llamativa cornamenta cual glorioso trofeo de caza, provocando un increíble descenso en la población del Bucardo, siendo exterminado completamente en Francia para inicios del siglo XX, logrando sobrevivir algunas décadas más en las mencionadas regiones ibéricas donde se registraba un pequeño grupos de unos 40 animales.
La Clonación, oportunidad de renacimiento de la especie
Entre 1970 y 1990 se ejecutaron algunos prometedores proyectos de reproducción y conservación del Bucardo en España, aunque todos los intentos resultaron infructuosos debido a la negativa de los ejemplares a reproducirse en cautiverio ante la falta de las condiciones de hábitat naturales necesarias para tal fin, lo que produjo la declaración de extinción completa de la especie en el año 2000 cuando falleció la última hembra viva, aunque de este último espécimen se obtuvieron numerosas células de piel y muestras de ADN aun con vida que han sido conservadas por los laboratorios CIEMAT de Madrid, iniciando conversaciones con entes gubernamentales españoles para implementar experimentos de clonación a partir del año 2015, aunque algunos aspectos legales con las empresas que intervendrán en este proyecto no se han podido establecer, retrasando inesperadamente el inicio de las pruebas iniciales que buscarán renacer a uno de los animales más resaltantes del mundo, El Bucardo.