La taxonomía de esta especie no está esclarecida todavía. De las tres subespecies conocidas, dos están extintas y la tercera está al borde de la extinción, quedando en el mundo tan sólo 500 ejemplares de lobos rojos.
Esto es debido a la destrucción de su hábitat, las continuas persecuciones del hombre por la obtención de su piel y a los cruces genéticos entre coyotes y perros, han hecho que esta bella especie se encuentre al borde de al extinción.
Solamente podemos encontrarlo en la zona este de México, Estados Unidos y al sureste de Canadá. Prefiere los llanos costeros y bosques.
Este animal tiene un tamaño intermedio entre el coyote y el lobo gris. Como su nombre lo indica, su piel es roja, sin embargo, no todos los lobos rojos tienen esta coloración y muchos de ellos son de color marrón, esta coloración por lo general es más frecuente en las poblaciones orientales. Su pelaje está manchado de múltiples colores, entre los que destacan el grisáceo, negro, amarillento y el marrón. Las hembras son ligeramente más pequeñas, los machos pesan de 25 a 30 kilos. Son muy sociables; las manadas de este ejemplar suelen ser más pequeñas que las del lobo común, en muchas ocasiones compuesta por una pareja y sus hijos. Sus orejas y cabeza son grandes y una característica distintiva es el color blanco que predomina en la zona de la boca.
Esta especie puede llegar a tener hasta dos o tres cachorros por año, el período de gestación dura 63 días. Las crías abandonan el nido familiar al cabo de los 6 meses de edad. Alcanza la madurez entre los 22 y 24 meses de edad. Los lobos rojos pueden vivir en cautiverio hasta 20 años, mientras que en estado silvestre pueden vivir 16 años. Las hembras, en una manada, son mejores aceptadas que los machos, estos deben encontrar su propio territorio y luego encontrar una hembra para poder aparearse.
El lobo rojo es un animal que por lo general caza solitario lo que provoca que se alimenten de animales pequeños como conejos, roedores y mapaches aunque también se alimentan de bayas e insectos. Pueden atacar a mayores presas actuando en grupo, son capaces de enfrentar con éxito a los ciervos y al ganado.
El programa de recuperación se creó a partir de mediados de los años 70. Existen problemas con la reintroducción de lobos rojos de Carolina del Norte y Carolina del Sur, debido a que se han infectado con gusanos pero los esfuerzos por la conservación de esta especie siguen en marcha.