Considerado como una de las criaturas más hermosas y majestuosas de todo el planeta tierra, el Oso Polar representa una de las especies en mayor riesgo de extinción en la actualidad, debido principalmente a las condiciones de hábitat especiales requeridas para su subsistencia, las cuales lamentablemente se han visto deterioradas significativamente en los últimos años tanto por los constantes e incontrolables cambios climáticos naturales, como por la irracional conducta del hombre, el cual se ha encargado de robarle a este animal espacios vitales para su desenvolvimiento y en muchos casos, cazarlos furtivamente con fines comerciales, ya que el precio de la piel de este noble animal tiene un valor muy elevado en algunos países europeos como Francia, Inglaterra, Rusia e Italia, donde es común ver a importantes personalidades del mundo del espectáculo y de las clases más adineradas luciendo abrigos confeccionados con esta delicada piel.
Este mamífero carnívoro de la familia Ursidae, también es considerado como uno de los más grandes e imponentes de su especie, ya que puede llegar a pesar hasta media tonelada, y su grueso pelaje le brinda una perfecta capa protectora contra el devastador frío ártico, principal medio ambiente en donde se desarrollan, concentrando actualmente su mayor población en las regiones del oeste y norte de Alaska, Canadá, Groenlandia y Siberia, en las que ha consolidado una perfecta adaptación, aunque científicos especializados y diversas organizaciones no gubernamentales que luchan por su protección, se han dedicado a denunciar sobre una alarmante disminución en el número de ejemplares registrados en cada una de estas regiones, así como a diversos problemas de salud presentados por un gran porcentaje de ejemplares.
El Oso Polar, (Ursus maritimus) depende de gran manera de una temperatura extremadamente baja para su supervivencia, por lo que se considera que esta especie corre un gran riesgo de extinción el cual podría acentuarse en las próximas décadas con los constantes cambios climáticos y el indetenible calentamiento global, lo que ha mermado considerablemente las regiones polares árticas y los grandes bloques de hielo donde estos animales sobreviven, sufriendo un derretimiento indetenible y un significativo aumento en la temperatura, afectando de gran manera las posibilidades de su reproducción y alimentación adecuada, la cual depende especialmente de otras especies marinas como focas y pequeños leones marinos cada día más difíciles de conseguir debido a su constante migración, siendo registrados algunos terroríficos casos de canibalismo entre Osos Polares, atroces actos que han sido atribuidos por los científicos al hambre extrema y completa desorientación causada por esta grave situación que amenaza a esta especie.