Los constantes y recurrentes cambios climáticos que azotan ferozmente nuestro planeta, están causando una devastadora y peligrosa disminución de nuestra cubierta vegetal, lo que conlleva a la fragmentación y destrucción del hábitat de infinidad de especies animales y el adecuado desenvolvimiento ecológico de los distintos ecosistemas existentes. Una de estas especie que sufre constantemente la destrucción de su zona de vida es el Perezoso Pigmeo, un animal endémico que se ubica única y exclusivamente en la Isla Escudo de Veraguas, en el Caribe Panameño, encontrándose principalmente en los parches de manglares rojos y en pocas ocasiones en el interior de la densa y tupida zona tropical, siendo también una especie de la cual se tiene poco conocimiento sobre su comportamiento, reproducción y número total o aproximado de individuos de esta población.
Su situación actual es altamente preocupante, y se encuentra dentro del rango de Peligro Crítico de Extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), además de ser una de las 100 especies más amenazadas a nivel mundial según la Sociedad Zoológica de Londres. Tiene una particularidad en comparación con otros perezosos de tres dedos, siendo 20% más pequeños de longitud y pesando 40% menos que sus parientes más cercanos, además de ser un claro ejemplo de lo que se conoce como enanismo insular.
La principal razón para el alto grado de peligro de extinción del Perezoso Pigmeo es el pequeño tamaño de la isla donde reside, la cual aunque no está habitada formalmente por la raza humana, se ve directamente perjudicada al ser una zona netamente turística, lo cual produce una notable reducción de los hábitats naturales propios de esta especie. Otra situación que no deja indiferente a los conservacionistas es la caza ilegal por parte de los pescadores que visitan la isla, puesto que es un blanco muy fácil por la lentitud de sus movimientos, así como la tala de los mangles para hacer hogueras, situación que implica la destrucción directa de su hábitat, siendo manejadas hasta la fecha alarmantes cifras de más del 25% de manglares que han sido talados o quemados por pescadores o excursionistas que acampan por varios días, situación considerada como alarmante y peligrosa, ya que de no tomarse las previsiones del caso, sería solo cuestión de tiempo para la desaparición total del Perezoso Pigmeo, especie considerada como única e irremplazable.