Si bien este histórico animal desapareció hace muchos años, su paso por nuestro planeta fue muy importante, teniendo en cuenta que en la actualidad su aporte se ve reflejado en casi todas las especies de ganado vacuno, los cuales sin la presencia de este toro salvaje difícilmente existieran hoy en día. El Uro, era un mamífero megaherbívoro que arribó desde Asia central a Europa hace miles de años y sus poblaciones se extendieron por todo el territorio entre el sur de Escandinavia y el Norte de África, soliendo vivir en los grandes bosques. Este antiguo toro era mucho más grande que los que se observan actualmente, llegaban a pesar hasta 1.000 kilos, con enormes cuernos y dos metros de altura, lo que les permitió que fueran, hasta el momento de su desaparición los mamíferos terrestres más grandes y sorprendentes de Europa
Nombre Cientifico: Bos primigenius primigenius.
Nombre Vulgar: Uro Euroasiático.
Clase: Mammalia.
Orden: Artiodactyla
Familia: Bovidae.
Con la llegada de los seres humanos hacia sus zonas de vida, las poblaciones de Uros empezaron a diezmarse paulatinamente de cada uno de sus territorios, debido a la caza indiscriminada y sobreexplotada a la que era sometido por su apetecible carne, caza que para ese entonces no tenía ningún tipo de control. La tala de los bosques también fue factor influyente de la disminución de su área de distribución, perjudicando sus costumbres alimenticias y de normal reproducción. Las primeras zonas donde se dejó de ver al Uro fueron al Norte de África, las Costas del Mediterráneo, Mesopotamia y la India, antes de la época romana. Se estima que para la edad media solo quedaban algunos individuos en la parte este de Alemania, y ya para el siglo XVI, solo se tenían registros de la especie en los bosques polacos de Jaktorów y Wiskitki. En estos últimos sobrevivieron más tiempo, ya que estas zonas pasaron a ser propiedad exclusiva del rey, y sólo él tenía derecho a cazar allí, por lo cual la caza del toro pasó a ser un privilegio de la realeza polaca, quienes con el tiempo fuero acabando con cada uno de ellos.
Un esfuerzo infructuoso por el renacimiento del Uro
En 1564 sólo quedaban 38 Uros, y ya para inicios del siglo XVII tan solo se encontraban 5 uros en Jaktorów, a pesar de contar con estos pocos ejemplares la caza continuó, siendo los únicos 4 machos que quedaban los siguiente en perecer, quedando con vida la hembra que fue el último espécimen de su especie en el mundo, la cual murió por causas naturales en 1627. En 1920, en Alemania se propusieron recrear al Uro a través de cruces de distintas razas de ganado vacuno, intentando potenciar los rasgos más típicos de este animal en cada nueva generación, el resultado que esto trajo fue la aparición del conocido Bovino de Heck, una nueva raza grande, robusta, de largos cuernos y pelo negro que se encuentra en varios zoológicos del mundo. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar sobre este invento, desmeritándolo a tal punto que lo consideraban como fruto de concepciones erróneas de los criadores, aunque continúan algunos importantes programas como el TaurOs Project que intentan el renacimiento de la especie.