Lobo Malvinense, un depredador extinto por la llegada del hombre

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El Lobo Malvinense fue comúnmente descrito por los primeros colonos que lo conocieron como una especie de cruce entre lobo salvaje y el zorro americano, con un pelaje muy tupido y grueso de color marrón-amarillento de puntas negras con patas y orejas grisáceas según se ha podido apreciar en algunos ejemplares conservados de esta especie la cual se encuentran resguardados y disecados en importantes museos del mundo, llegando un ejemplar adulto a medir 90 centímetros desde su hocico hasta la punta de su cola, calculándose que podía llegar a pesar hasta 12 kilos en perfecto estado de salud, mientras sobre su alimentación se ha especulado que la misma se sustentaba en algunos pequeños roedores, lagartos, pingüinos y aves autóctonas de la zona, debido a la total ausencia de algunas otras posibles presas idóneas para los carnívoros.

También conocido como Guará o Zorro Antártico, el Lobo Malvinense representó una de las especies de mamíferos carnívoros endémicas de las Islas Malvinas, un hermoso y remoto archipiélago situado en el sector epicontinental del Océano Atlántico Sur, donde este animal perteneciente a la familia canidae formó su hábitat natural, adaptándose perfectamente a las gélidas temperaturas propias de la región, y es considerado por muchos afamados zoólogos del mundo como una de las especies más antañas del reino animal, estimando que su estadía en el planeta data de más de 70.000 años de antigüedad.

Nombre Científico:   Dusicyon australis
Nombre Vulgar:      Zorro-lobo de las Malvinas.
Clase:                     Mammalia.
Orden:                  Carnívora.
Familia:               Canidae.

Su población total también representa un verdadero enigma para los científicos y estudiosos del Lobo Malvinense así como su presencia en otras zonas aledañas a estas islas, quienes estiman que ésta no era muy numerosa debido principalmente a lo reducido del área de desenvolvimiento, la falta de presas para su debida subsistencia,  las condiciones extremas en que se presentaban en esta región, así como la llegada de los primeros colonos franceses a estas islas en 1764, los cuales aunque apenas eran unos cientos, ocasionaron un gran daño en una primera fase de la ocupación de las islas, destruyendo un hábitat natural hasta ese momento virgen en el cual compartían un gran número de especies que jamás habían sido vistas por la humanidad.

Se estima la extinción total del Lobo Malvinense para el año 1876, época en la que ya se encontraban establecidas comunidades enteras de colonias británicas, las cuales introdujeron en la región rebaños enteros de ganado bovino y caprino y desarrollaron variadas técnicas de agricultura sustentable, dedicándose a la caza de cualquier animal que representara un peligro para estos rebaños, encontrando poca resistencia en este noble animal que pese a ser considerado como salvaje y peligroso, fue descrito por algunos pobladores como poco agresivo y fácil de atrapar, sabiéndose de casos en los que el hombre le daba de comer con una mano y con la otra lo asesinaba golpeándolo con un tronco en la cabeza, lo que facilito de gran manera su completa aniquilación.