También conocido como Puma Norteamericano, la Pantera de la Florida es uno de los felinos autóctonos del sur del estado de Florida en los Estados Unidos, especie que fue declarada hace algunos años en peligro de extinción, debido al indetenible descenso de su población en los últimos 10 años, pese a los grandes esfuerzos que diversas organizaciones norteamericanas y mundiales han realizado en harás de su preservación y conservación, esfuerzos que lamentablemente no han sido suficiente ante la invasión del hábitat natural de este animal por parte del hombre, los cuales ante su carencia de una educación adecuada, proceden en la mayoría de los casos al encontrarse con ellos a asesinarlos ante el temor de un ataque mortal, o son comúnmente arrollados en las diversas vías que atraviesan lo que un día fue espacio natural.
En la actualidad se estima que existan entre 230 y 250 ejemplares
En la actualidad, la Comisión para la Conservación de la Fauna y Flora de Florida ha contabilizado una población total entre 180 y 250 ejemplares, censo realizado solamente en las instalaciones del Refugio Nacional de Panteras de Florida y la Reserva Nacional de Big Cypress perteneciente al Parque Nacional Everglades, lo que representa un importante repunte con respecto al último estudio presentado en 2014, donde se establecía una población total de menos de 100 ejemplares, cifras que no han podido considerarse como exitosas debido al peligroso descenso de la población en estado salvaje, de la cual no se han registrado avistamientos en los últimos 10 meses, temiéndose una caída drástica o casi total al no encontrar las condiciones idóneas para su subsistencia y natural reproducción, siendo golpeados y perjudicados fuertemente por culpa de la caza furtiva de ciervos de cola blanca y jabalíes, principales presas vivas que sirven de alimentación de esta especie.
Pese a las estrictas normativas legales vigentes que prohíben terminantemente su caza o comercialización, aún en la actualidad se presentan casos de personas que se dedican al tráfico y comercialización de la piel y colmillos de la Pantera de la Florida, así como la venta ilegal de pequeños cachorros para ser usados como mascotas o animales de circo, lo que ha llevado al estado a radicalizar las penas y castigos referentes a esta innoble práctica, para tratar de frenar efectivamente la aniquilación total de uno de los felinos más representativos de este país.