Todas las tortugas, tanto las gigantes de hábitat en los océanos, como las de agua dulce, han sido objeto de veneración por su forma simpática, por su temperamento pacífico, su andar gracioso, su exquisita y saludable carne y por el valor altísimo que tiene el caparazón de una especie de tortuga marina: la tortuga carey.
La tortuga carey es una especie de tortuga que en la actualidad, y desde hace algunos años, ya se encuentra en estado de peligro crítico de extinción según la clasificación confeccionada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esto quiere decir que el número de tortugas carey existente en la actualidad se encuentra dentro de la lista roja, como una especie que está en un riesgo extremadamente alto de extinción definitiva.
Estas palabras nos dan una idea clara y simple del peligro que corren estos ejemplares que existen en un número inferior a los 250 en todo el planeta.
Las tortugas carey son muy similares anatómicamente al resto de las grandes tortugas marinas, su diferenciación fundamental radica en la forma de cabeza, que es puntiaguda, y en el caparazón de grandes conchas, cuyas características decorativas y para la confección de objetos de arte de gran valor comercial, han convertido a las tortugas carey en blanco predilecto de los cazadores furtivos.
Durante décadas han sido capturadas y asesinadas cientos de miles de tortugas carey sobre todo para el consumo de su carne, ya que en algunos países es considerada como un verdadero manjar, un lujo de los más demandados por sus consumidores. Esta costumbre aún se practica a pesar de la prohibición de su captura en donde quiera que se encuentren.
Además de ser capturadas para ser consumida su carne, las tortugas carey son muy demandadas por la calidad y la belleza que posee su caparazón, que al ser pulido muestra una superficie con unas formas cromáticas y propiedades traslúcidas únicas. El caparazón protector de las tortugas carey esta conformado por gruesas placas que pueden llegar a medir hasta un largo de un metro.
El hábitat fundamental de las tortugas carey es amplia, sobre todo en zonas tropicales del los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, en áreas como el Caribe, en las costas de Brasil, la Florida, Hawái, Madagascar, el Golfo Pérsico, Australia, Japón y Corea. Sumergidas largo tiempo dentro del agua se alimentan sobre todo de esponjas y también de algunos peces.
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